Son 42 asentamientos humanos que no han sido reconocidos por
el Plan de Desarrollo Metropolitano de Arequipa 2015-2015 (PDM), recientemente
aprobado por el Consejo Provincial, debido a que están ubicados en zona de
riesgo: a menos de 12 kilómetros del volcán Misti.
Pero esta condición de riesgo sólo parece importarle al Instituto
Municipal de Planeamiento (IMPLA), que elaboró la versión final del PDM; pues
tanto pobladores, como dirigentes y el propio alcalde provincial, Alfredo
Zegarra, han acordado modificar el documento para legalizar la situación de
estos asentamientos humanos.
Lo grave no sólo es que se legalice una situación de riesgo
para cientos de familias, sino que se echa por los suelos un principio de
autoridad importante para la ciudad.
Se supone que un PDM sirve como marco para el crecimiento
ordenado de una ciudad y que son las autoridades las principales responsables
de su cumplimiento, precisamente para evitar la situación de caos que el avance
desordenado de la urbe ya ha provocado en la ciudad.
Pero en este caso, es el propio alcalde el que hace tabla
rasa de una ley de ordenamiento reduciendo al mínimo la posibilidad de que el
íntegro del documento vaya a ser respetado.
Hace dos años, una primera versión de este PDM fue rechazada
con 798 observaciones, como la depredación de 407 hectáreas de la campiña. El
nuevo plan que ha sido aprobado reduce a 141 las hectáreas verdes a ser
urbanizadas en los próximos 10 años. Pero, con Zegarra en la alcaldía, nada
garantiza que esta cifra no cambie en perjuicio de la ciudad. Todo un riesgo.
(FEBRERO, 2016)

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