Si la temporada de lluvias se sigue retrasando, el agua
almacenada en el sistema de represas de la cuenca Quilca – Chili, que abastece
a Arequipa, sólo podrá surtir del recurso con regularidad hasta octubre del
próximo año. Así lo ha explicado Javier Segovia Gamio, supervisor de la
Autoridad Nacional del Agua (ANA) en la región, en una reciente visita de
inspección.
Después de octubre, tendría que aplicarse una severa
austeridad y esperar -con profunda fe-, que caiga la lluvia. Según ha reportado
la prensa que acompañó a Segovia Gamio, sólo tres represas (Aguada Blanca,
Dique Los Españoles y El Frayle) cuentan con recurso hídrico, pero a la mitad
de su real capacidad. Las otras 4 represas (Chalhuanca, Pillones, El Pañe y
Bamputañ), que son puntos de paso para el agua, están a “cero” de
almacenamiento.
Que Arequipa ha tenido una pésima gestión para la provisión
de recurso hídrico es un hecho que se hizo evidente en los últimos meses con la
distribución de agua pestilente en los hogares de la ciudad. La acumulación de
sedimento y la presencia de criaderos de truchas en las represas son graves
errores que las autoridades encargadas habrían seguido pasando por alto sino
hubieran afectado escandalosamente la calidad de agua que abastecía a la
población.
Ahora lo que hay que enfrentar es más grave y menos
manejable: no llueve. Orar o invocar antiguos dioses no nos va ayudar tanto
como tomar conciencia y evitar el despilfarro de agua a todo nivel. Arregle las
filtraciones de agua en su casa, no deje el caño abierto, el agua que hoy
desperdiciamos puede ser la que mañana necesitemos, y con urgencia. (dic.2014)