Por poco más de un punto porcentual de los votos válidos,
Javier Ísmodes perdió las elecciones regionales en segunda vuelta. Lo que ha
hecho más estruendosa su derrota ha sido la celebración anticipada que hizo en
la plaza de armas. Como dicen por ahí, el error en el cálculo de probabilidades
ya habla bastante mal de sus asesores y de él mismo.
Del otro lado también existe el riesgo de una lectura
equivocada. Yamila Osorio ha ganado, pero con un margen muy estrecho y con un
voto nulo histórico, que representa la cuarta parte del electorado. La nueva
autoridad regional no debe perder esto de vista; no sólo por una cuestión
democrática sino práctica, puesto que puede llevar a una crisis de
gobernabilidad.
Para controlar las protestas populares, Juan Manuel Guillén
Benavides ideó el famoso “co-gobierno”, cuyos vicios hacen insostenible esta
fórmula para el nuevo periodo que comenzará Arequipa, Tradición y Futuro (ATF),
en 2015, al frente del Gobierno Regional de Arequipa (GRA). Es más, los
“co-gobernantes” serán el primer obstáculo que Osorio tendrá que sortear, así
como los solidarios de última hora y los funcionarios que deja su antecesor.
Con una larga lista de irregularidades y pérdidas económicas
(35 millones de soles, sólo del canon, según la Contraloría) ocasionadas por la
gestión de ATF en el GRA, en los últimos 8 años; corresponden cambios. Ella lo
ha reconocido y anunciado la realización de concursos públicos para la
designación de funcionarios. Dado que este anuncio fue hecho durante la campaña
electoral, el margen de probabilidad de cumplimiento no es muy amplio, tomando
en cuenta el estado crítico en que se encuentra nuestra clase política. Que la
fuerza la (nos) acompañe. (nov.2014)

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