El 97% de usuarios de internet en el país tiene una cuenta
en Facebook, por lo que se convierte en el primer espacio que los candidatos
escogen para realizar su campaña electoral. Esta red de fácil acceso se
transforma en época electoral y hay que tenerlo en cuenta. En primer lugar aparecen
las cuentas “ayayeras”, creadas por el comando de campaña de un candidato para
apoyarlo incondicionalmente. Con el mismo propósito, pero diferente estrategia,
se crean las cuentas “troleadoras”, para lanzar lodo sobre los candidatos
opositores. También están las cuentas “cevicheras”, que pertenecen a personas
que trabajan para un candidato, pero que pretenden hacer pasar su actividad
como periodística.
Cuando se crea una cuenta, Facebook automáticamente brinda
información de los usuarios en Arequipa, lo que permite llegar a los votantes
de la ciudad. Sin embargo, existe un filtro previo: la “solicitud de amistad”. Los
usuarios tienen que aceptarla para permitir que ingrese información del nuevo contacto.
Para sortear esta valla, existen proveedores que ofrecen perfiles con miles de
seguidores dentro de la localidad que se prefiera. También existe el camino
regular que es pagar algunos de los servicios de difusión masiva que ofrece
Facebook.
Tecnológicamente no es tan difícil, lo que no se termina de
entender es que en las redes sociales la realidad puede llegar deformada o
alterada adrede y termina engañando hasta al timador. Ser popular en las redes
no implica necesariamente ganar las elecciones. Que publiquen algo en el
Facebook tampoco garantiza que sea verdad, aunque vaya acompañado de una foto.
Antes de creer, revise los perfiles. Se encontrará muchas sorpresas.
(ENERO, 2016)

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