jueves, 31 de marzo de 2016

Universitarios aburridos

Alumnos de quinto año de la Escuela Profesional de Ciencias de la comunicación de la Unsa han juntado firmas para solicitar el inmediato cambio de un docente. En el memorial presentado al jefe del Departamento Académico se puede leer lo siguiente: “los alumnos no entendemos lo que nos quiere enseñar, además de aburrirnos” (sic).

Respecto a este pedido no podemos pasar por alto dos cuestiones muy importantes: la primera, que la calidad de algunos docentes universitarios es cuestionable; y la segunda, que la calidad de los estudiantes también deja mucho que desear. De lo primero podemos responsabilizar a la politización de la administración universitaria que no siempre selecciona a sus docentes con criterios académicos. De lo segundo, el culpable es el sistema educativo, que apenas logra formar a los escolares y que los deja muy lejos de entender en qué consiste una formación universitaria. Que un profesor universitario “nos aburra” no es razón suficiente para desacreditarlo como tal.

Las llamadas academias pre-universitarias que han proliferado en los últimos años y que hasta se han convertido en “colegios pre-universitarios” dirigen sus esfuerzos “pedagógicos” hacia un solo objetivo: el examen de ingreso a la universidad. Y el sólo hecho de responder satisfactoriamente una base de datos dista mucho de una formación educativa de calidad. Ingresar con un puntaje de 20 sobre 100, además, no asegura en mucho la capacidad del alumno para enfrentar una formación universitaria. Eso debería cambiar.


Actualmente, el sistema universitario se encuentra en un proceso de reforma, el cual parece sólo estar involucrando a la comunidad universitaria, cuando en realidad nos concierne a todos, pues se trata de las aulas que forman a los profesionales que construyen nuestra sociedad. (JUNIO, 2015)

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